viernes, 22 de agosto de 2008

°°Day Five: pasión torrentosa, condenado al infierno eternamente°

-Dios mio!
el señor no aparece, no esta en su dormitorio y el caballo fue encontrado hasta el río.

ººAquí esta, entre estos arbustos, esta heladísimo, rápido hay que llevarlo a su dormitorio, pude darle hipotermia, no sabemos cuanto tiempo llega aquí tirado.

-Jesús, María y José
gracias!!

No se donde estoy, mi cabeza me duele y no me siento bien... pero que veo??!!
Eres tu sentada al pie de mi cama, no puede ser!!
No se si es el más hermoso de los sueños u otra horrible pesadilla.

Me levante y tan solo escuche tu dulce voz, me acostaste y sentí tus suaves manos, ese calor, la vida misma.
No comprendo que haces aquí, más no dudo en abrazarte correspondes mis acciones.

Beso tu boca con pasión y frenesí, cuanto extrañaba este sabor tan suave, cuanto extrañaba el poder tocarte.
Poco a poco te despojo de tu ropa, siento tu piel, la suavidad y el calor; escucho tu respiración agitada, toco tus blancos y enormes pechos, jugueteo con pezones y me voy bajando lentamente, llego a tu vientre donde lo beso, sueño con ese día que planeamos tener un pequeño, sigo mi camino y no me detengo, recorro con mi lengua hasta llegar a tu templo, entro con cuidado, te saboreo, delicado néctar que se derrama, único, manjar de los dioses entregado a este infeliz mortal.

Sigo despacio explorando tu cuerpo, mi cuerpo el que me entregaste... te disfruto como si fuera la primera vez, vuelvo a besar tus labios, te penetro, un gemido de placer susurras en mi oído, se lo que te gusta, lo que puedo darte y nunca nadie lograra.

Hacemos el amor entregándonos a nuestro deseos, bañados en pasión y combinando nuestros sentimientos, único e inigualable siendo solo un ser ante los ojos perplejos de los dioses.

Terminando esa explosión solo puedo decirte que te amo, cuanto te extrañado y lo feliz que soy por tener entre mis brazos, me sonríes y me dices cuanto tu también me amas, cerramos eso con un beso y caímos rendidos en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente despierto emocionado, como si mi vida volviera, como si todo tuviera sentido, pero me encuentro con una terrible sorpresa tu no estas, tan solo me dejaste una rosa negra.

Fue una puñalada terrible, no puedo contenerme y enloquezco, acaso solo soy tu juego? un muñeco al que usas solo para saciar tus placeres??

Caigo a las llamas de un infierno, donde me voy quemando por dentro, mi corazón vuelve a morir y la vida quisiera tuviera un fin.

No comprendo porque me haces esto, porque tan solo no te quedas y volvemos a ser felices?

Quisiera encontrar una explicación lógica a esto, más ahora estoy perdido en mis sueños vagos, mis deseos frustrado y con el alma hecha pedazos.

Me levanto de la cama, voy a tomar una copa de vino, tal vez si me pierdo en el licor pueda olvidarme de ti.

Bajo al estudio, busco una pluma y el tintero, me siento y comienzo a escribir una carta:

Querida Dama de Rojo:

Estoy aquí acordándome de usted, solo puedo decirle que mi corazón sufre una gran pena:
como puedo aliviarme?

Necesito verla, quiero que me lleve a los placeres mundanos. Espero recibir inmediata respuesta.

Ayúdeme a disfrazar el infierno en el que vivo, ayúdeme a pintar un nuevo paraíso.

atte: su amigo el caballero.

°°portero, portero??
-si, digamé
Dígale al diligente que lleve la carta, lo más rápido que pueda y que se asegure que la dama de rojo la reciba.
-enseguida señor, se le ofrece algo más?
°°No, retírate.

Prendo la chimenea y me siento a contemplar el fuego, tomo un poco de vino, no hay nada más que pueda hacer por el momento.

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