
Pintor que dibuja a mil y un mariposas volando por los bellos cielos, entonando dulce melodía que escucho en aquel momento que plasmo tan hermosa imagen.
Perdida entre ilusiones, sensaciones, deseos, pasiones, aprisionandolas en la cárcel llamada cuerpo, deseando que este sueño dure eternamente.
Dulce aroma de un viaje casi fatal, calor, dos corazones latiendo en un encuentro inesperado.
Tan solo un instante en el cual quisiera hundirme para volver a sentirme viva, sentir ese calor sellado por dos personas que grises se volvían.
Comienzo a divagar, perderme en lo absurdo de mis palabras, escapando de la realidad que hoy me abofeteo; queriendo no pensar más allá, tal vez deseando ser estúpidamente normal.
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