Capitulo einundzwanzig: Los sueños, la vida y un amor que siempre estuvo ahí, tal vez no tenía que irme tan lejos, solo debía cerrar los ojos y ver con el corazón.El tiempo fue pasando, mi familia fue siendo un emporio, en varios estados y uno que otro país pusimos una sede de nuestro restaurante.
Mis papás se mudaron a un pequeño pueblo donde cada mañana atendían a más de 100 comensales, por las tarde disfrutaban de ir a un río a pescar, pasear por un bello jardín, leer una buena novela, una vida tranquila.
Efren se quedo en la Capital, donde se caso unos años después, quien lo diría con una prima de Nanè, tuvo 4 hijos: 2 nenas y 2 nenes; llego a tener problemas por lo pícaro que era, más el amor llego a cambiarlo y al estar a punto de perder a su familia se convirtió en un hombre responsable, sobre todo en un muy buen padre.
A Lauder le llegue a escribir unos e-mail, le envié como 5 paquetes, pero pareciera que nuestras actividades nos fueron absorviendo y al final tal vez era un frió hola, espero que estés bien, cuidate... bye...
Yo logre ser muy grande en el campo de la pintura, a pesar de que era algo abstracta tenía un toque clásico y mágico, nunca pensé que lo diría pero me sentía tan feliz, aunque me faltaba algo en mi vida, una persona sincera y que realmente quisiera pasar una vida conmigo.
Una noche me avisaron que en Canadá había una exposición así que mi agente hizo que mis cuadros comenzaran a sonar por el continente americano, aparte de mi familia, nadie más tenía algún cuadro, tal vez porque en nuestro país si no tienes dinero como harás ruido?
Estaba muy emocionada, mucha gente, críticos importantes, hermosas mujeres, hombres galantes, que decir una vez causando una gran sensación y siendo la estrella del momento.
Salí a un hermoso jardín lleno de tulipanes, como amo esas flores, había de mil y un colores, se preparaban para una fiesta importante, era caminar entre millones de ellos, tan impresionante.
Una hermosa chica estaba sentada y se me quedo viendo fijamente, fueron una, dos, tres horas que nos quedamos tan solo viéndonos, había algo en su mirada tan familiar...
Llegue hasta ella y la invite a bailar al ritmo de la música que a lo lejos sonaba, quien lo diría como dos gotas de agua, no podía dejar de observarla, era como flotar, me sentía tan viva.
Caminamos de la mano, llegamos hasta la galería, observásemos los cuadros...
Chelito: te invito una copa de vino
Chica: claro, me encantaría.
Chelito: vamos al bar.
Chica: con mucho gusto.
Nos sentamos en la barra donde me contaba que estudiaba medicina, pero en si prefiero que yo hablara, le contara los mil y un viajes que tuve, como es que pinte tan hermosos cuadros; una tras otra fueron las copas de vino hasta que quedamos embriagados, comenzamos a inundarnos en un pasión, que nos llevo a una habitación, donde nos entregamos sin control, donde fuimos uno y sentí tanto amor.
A la mañana siguiente amanecimos desnudos en una cama, yo la abrazaba... pero... no era ella...
No se como paso, ni como es que esos ojos me flecharon, esa boca, ese cuerpo...
Chica: hay algo malo?
Chelito: ehm... este... si.. no... no se...
Chica: de verdad no me reconoces?
Chelito: no
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