No existe un destino, sin embargo hay cosas que se saben, más cuando se trata de nosotros mismos.
Nos gusta jugar con fuego aunque sabemos que vamos a quemarnos, así nos arrojamos sin alas aunque sepamos que al final nos vamos a estrellar.
La gente puede decir que uno es el tipo de alguien, pero no para una vida antes de la muerte.
Quisiera decir que por hacer las cosas mal y ser un monstruo siento arrepentimiento, algún sentimiento más allá del dolor... Pero no, lo volvería hacer aunque supiera que eso es veneno, peor que por mucho tiempo me tendrá en agonía sin siquiera morir.
Desvario, creo mejor duermo, ya sólo comienzo a decir estupideces...
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