Mis ojos ven por primera vez el dolor, la frustración y otras cosas que sólo imaginaba sin conocer, que díficil es vivir así y no se cuánto tiempo tendré que esperar.
Tengo miedo, no quiero ser para siempre un estorbo, un parásito que no puede hacer nada más que quejarse y aguantar el dolor. Respiro y cuento, quiero dormir, no quiero pensar, no más, ¡basta!.
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