Las flores se han teñido de naranja,
mi sonrisa queda bordada
para que el agua no la borre
con el paso del tiempo.
De nuevo la toxina ha sido liberada,
poco a poco infecta mi cuerpo
que aunque muerto
siente como si fuera ayer.
En un instante la caja
de Pandora se quebró,
míranos... existimos.
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