he pensado tanto
y salgo corriendo a que la lluvia
lave las ruinas,
las flores crecen poco a poco
y la hierva cubre de verde el panorama...
Sonrio y miro...
extraño ese viejo imperio...
pero he dejado que ahora
sea parte de la tierra...
No necesito de el corazón para vivir
y así como sola en la montaña
me quede ahora me acostumbre
a lo que veo cuando desperté...
El cielo oscuro se torna
y sonrió al ver que ese manto
es el que me cobija,
que es un nuevo lienzo
donde creo una nueva historia,
parte de esto a lo que se le llama vivir.
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